viernes, 31 de julio de 2009

El drama de Nigeria

Es una pregunta inquietante: ¿qué pasaba en Nigeria en los 90? Hace escasamente un mes se supo que la petrolera Shell había pagado 15,5 millones de dólares como compensación del ajusticiamiento de cuatro activistas civiles por parte del gobierno nigeriano, al que los asesinados acusaban de recibir armas de la compañía para reprimir los derechos humanos en el país. Esta semana la valoración de la vida humana ha subido un escalón: la farmacéutica Pfizer ha acordado pagar 75 millones de dólares por haber experimentado con medicinas ilegales en niños durante los 90. El antibiótico Trovan, cuenta el Post, mató a 11 niños y dejó secuelas en muchísimos más. La compañía, como Shell en su día, niega cualquier mala praxis pese a haber acordado el pago de la indemnización. Los experimentos, señala Pfizer, fueron realizados con el consentimiento específico de los padres de los niños y del gobierno. Eso remite de nuevo a la pregunta. ¿Qué pasaba en Nigeria en los 90? Pues que culminaban largos años de corrupción, violencia y dictaduras militares, salpicados con el breve experimento democrático de Shehu Shagari. Desde el final de ese gobierno, en 1983, hasta 1998, cuando el dictador Abacha fue encontrado muerto en extrañas circunstancias, Nigeria vivió tres golpes de estado triunfales, un ramillete de intentonas fallidas, y una oleada de violencia, pobreza y descontento general que hizo de caldo de cultivo para que compañías como Shell o Pfizer, aparentemente, camparan a sus anchas. Una estafa habitual en Internet resume el espíritu de aquellos años: todavía hoy hay quien recibe cartas de empleados de bancos en las que se pide dinero por adelantado para acceder a inmensas reservas de divisas sin dueño, las que habría acumulado Abacha, su mujer y su hijo. Se le conoce como la Carta Nigerina y nació en tiempos revueltos. Eran los 80. África vivía la fiebre del petróleo alrededor del delta del Níger. La población sufría mientras unos pocos se enriquecían...y un grupo de universitarios desempleados, copiando el famoso esquema de la Carta Española, decidieron aprovecharse de los empresarios y las compañías que preferían hacer negocios en callejones oscuros antes que a la luz del día.

jueves, 30 de julio de 2009

El submarino del miedo

Hace tres días, la India celebró un hito tecnológico que puede tener efectos catastróficos: la botadura de un submarino nuclear capaz de disparar misiles. Su nombre ya dice muchas cosas: Arihant, el destructor del enemigo. Su exclusividad, más allá del debate sobre lo que le cuesta el cachivache a un país que lo vive todo en precario, anuncia problemas: sólo China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia disponían de un submarino semejante, lo que pone lógica al nerviosismo que se ha desatado entre los países vecinos de la zona. Con todo el mundo mirando hacia Irán, Irak y Afganistán, la India y Pakistán siguen poniéndole nombre a los dos países con un enfrentamiento potencialmente más catastrófico para el conjunto del planeta. Son dos potencias nucleares enfrentadas desde hace decenios y con el ritmo de su diabólico baile ahora aumentado por la botadura del submarino. Conviene recordar cómo empezó todo, por mucho que la era de Internet asegure que cualquier dato está a un clic de distancia: Pakistán, con 165 millones de habitantes el sexto país más poblado del mundo, nació en 1947, como la India, independizándose del Raj británico al final de la Segunda Guerra Mundial. Ése frío dato esconde el trasiego de millones de personas, pies descalzos por caminos polvorientos para desplazarse hacia un Pakistán mayoritariamente musulmán o una India de preponderancia hindú. El volumen de salvajadas cometidas en esa emigración no tiene nombre, pero sí contiene datos y explica un peligro: se movieron más de 7 millones de musulmanes hacia Pakistán. Casi el mismo número de hindús y Sikhs buscaron refugio en la India. De esa fuente bebe el conflicto que enfrenta a los dos países sobre el dominio de Cachemira; de ése mismo sitio nacen un puñado de guerras y la permanente amenaza de que un conflicto étnico-religioso rompa al mundo de un bombazo nuclear. Desde esta semana, el escenario tiene un nuevo protagonista: un submarino nuclear con dos años de pruebas por delante para demostrar que puede cumplir con su terrorífico destino.

lunes, 27 de julio de 2009

Soldados gays

El soldado de la fotografía, tomada por Susannah Ireland para el The Independent, es gay y lo reconoce abiertamente. No hubiera sido así hace diez años. James Warthon, que es el chico en cuestión, aparece en la portada de la revista Soldier Magazine, la publicación mensual del ejército británico, y cierra así una década de lenta integración de los homosexuales en la institución, que luchó con uñas y dientes, recurso incluido ante el Tribunal Europeo de los derechos humanos, para que no fueran reconocidos como manos útiles para los cuarteles. Hasta 2000, ser gay, lesbiana o transexual en el ejército de la Reina suponía el despido con deshonor. Hoy las parejas homosexuales comparten residencia con las heterosexuales en los pabellones reservados a las familias. En secreto, cuenta el The Independent, el modelo está siendo estudiado por los Estados Unidos, que tiene razones para el sonrojo en la materia. Ahí impera el “don’t ask, don’t tell”; el “no preguntes, no cuentes”. La ceguera y la sordera como solución al problema. Un escalón más en la hipocresía de Washington: los homosexuales sólo tienen sitio en el ejército estadounidense si están callados. El ejército español, mientras tanto, ya ha visto de todo: el primer militar que salió del armario, en 2000; la primera boda homosexual, en 2006; y el fin de las barreras para el ingreso de transexuales, este mismo año.

lunes, 13 de julio de 2009

Los líos de Marbella

Marbella es un pueblo peculiar: por cada Ferrari que invade sus calles hay una sospecha, una duda, la herencia de tres alcaldías infiltradas por los mangantes y los mafiosos. Hubo un tiempo en el que Jesús Gil mandó en la ciudad; años en los que Julián Muñoz fue su dueño; meses en los que Marisol Yagüe llevó las riendas. Las consecuencias son evidentes: la alcaldía acaba de pagar un canon de 600.000 euros, más 1,5 millones en gastos de organización, a cambio de que la Copa Davis sirva para "limpiar la imagen de la ciudad". Esta es la situación: Marbella, vista desde fuera, es un gran oasis de lujo, con sus yates, sus hoteles cinco estrellas y sus desarrollos urbanísticos de altas calidades en lugares prohibidos –desde la costa a las zonas inicialmente destinadas a jardines, colegios, guarderías y servicios públicos. Marbella, visto desde dentro, quizás sea un poco inquietante, con sus coches de cristales tintados, sus tiros en la nuca y sus líos liadísimos, la salsa de la costa. Aquí, un ejemplo, Felice Cultrera, defendiéndose en el diario El Mundo de sus presuntas conexiones con la mafia. No es una cosa cualquiera. En el pueblo gobierna ahora Maria Ángeles Muñoz, importada por el PP para formar un ejecutivo de manos limpias, intachable. Licenciada en medicina y casada con un empresario sueco de la construcción, a la alcaldesa de Marbella sólo se le puede poner un pero: Felice Cultrera, el marido de su hermana, suena inquietantemente parecido a Pasquale Cuntrera, el banquero de la mafia.
 
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