viernes, 21 de agosto de 2009

La lista negra de los Estados Unidos

Yusuf Islam es un hombre con influencias: un buen día descolgó el teléfono y logró reunir a Paul McCartney, Alison Krauss y Dolly Parton para grabar una canción. Se llamaba Boots and Sand, Botas y Arena, y relataba cómo Yusuf había sido expulsado de los Estados Unidos porque su nombre aparecía en una lista de vigilancia que le asociaba con la financiación de grupos terroristas islámicos. La canción y las gestiones del ministerio de exteriores británico, país del que es ciudadano, hicieron el resto. Su nombre dejó de aparecer en rojo cada vez que abordaba un avión hacia Estados Unidos y saltaba la alarma CAPPS (Sistema de revisión previa de pasajeros, en sus siglas en inglés). Hoy la legítima lucha contra los terroristas ha hecho que haya que cumplir más requisitos para entrar en Estados Unidos: desde el sábado, además del pasaporte electrónico y de una autorización previa que hay que solicitar con un mínimo de 72 horas –en el caso de los españoles–, las líneas aéreas piden a los pasajeros que les den con antelación su fecha de nacimiento y su género. El Gobierno estadounidense pretende rebajar así los casos en los que un ciudadano inocente ha tenido que pasar por el mal rato de que se le confunda con uno de los de la lista, maldita coincidencia de nombres. Dos millones de pasajeros se mueven diariamente en avión por Estados Unidos. Cada jornada 2.000 se enfrentan a retrasos por la lista, que entiende de dos niveles: unas 2.500 personas tienen prohibida su entrada en Estados Unidos por motivos de seguridad, y 16.000 deben pasar exhaustivos controles. Si hay un caso de confusión de identidad, es difícil que McCartney vuelva a acudir al rescate. Al fin y al cabo, Yusuf Islam se llamaba antes Cat Stevens, y había logrado seis discos de platino.

Canción: Boots and Sand
 
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