jueves, 24 de diciembre de 2009

Periodismo de guerra al desnudo: Gaziel

Gaziel habla de tumbas enterradas en los muros de estrechas trincheras, de infinitas filas de desplazados por la guerra y del miedo a lo desconocido. Bajo ese nombre se oculta Agustí Calvet, corresponsal de La Vanguardia en París y cronista desplazado al frente durante la Primera Guerra Mundial, bien cerquita de las bombas, En las Trincheras, como se llama una reciente recopilación de sus artículos. Gaziel, sin embargo, es mucho más que un corresponsal: es filosofía, sus primeros estudios. Es desnudar el periodismo. “Un deseo vago pero insano de espectador que sólo atiende a la emoción suprema, nos asalta sin quererlo”, cuenta cuando ve que un avión puede ser derribado, ávido de poder presenciar esa escena, por mucho que la sepa horrible. “Qué responder”, se pregunta a sí mismo el reportero, como subraya Plàcid Garcia-Planas en el epílogo, cuando marcha al frente y le dicen que van a lanzar unas bombas en su honor. “Era horrible pensar que, por nuestra culpa, porque se nos ha antojado venir a visitar estos parajes, iban a caer en las trincheras alemanas nada menos que una docena de granadas. ¿Quién sino nosotros sería responsable de la subsiguiente matanza? (…) ¿Es esto digno? Más, puesto que el hecho es irremediable y –a decir verdad—interesantísimo, ¿por qué no aprovechar la ocasión?” Eso y más es Gaziel: curiosidad infinita, en lo bueno y en lo malo. Puro periodismo.

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