Hay miles de estadísticas que intentan explicar los vaivenes de la economía. Un dato, sin embargo, resume desde ayer cuánto ha golpeado la crisis a los Estados Unidos, el motor financiero del mundo: por primera vez desde 1973, cuando ya había acabado la guerra de Vietnam y el Congreso había abolido la mili, el ejército estadounidense ha conseguido reclutar a todos los soldados que quería. Son unos 168.900 jóvenes, que cubren el 104% de las previsiones militares impulsados por el sueldo (desde 1294 dólares mensuales en la escala menos cualificada), el bonus de alistamiento (14.000 dólares) los beneficios fiscales y los académicos (becas). Para el ejército estadounidense supone un alivio: lleva años rebajando sus varemos (pa dentro los gordos, los reclutas con antecedentes y los fracasados en el instituto) y el 95% de los quintos que entran ahora tienen como mínimo la enseñanza preuniversitaria terminada. Para el resto del mundo es una señal de mal agüero: cómo debe estar la economía cuando tanto joven se arriesga a que le envíen a las guerras de Irak y Afganistán a cambio de un sueldo.
Aquí, un vídeo de reclutamiento: estos, al contrario que los publicistas del ejército español, no juegan a ser una ONG: no tienen miedo de enseñar armas en los anuncios.
jueves, 15 de octubre de 2009
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